Somos tan exigentes con lo que creemos que son nuestras responsabilidades, que nos dañamos.
Cuando encontramos la etiqueta “esto es lo que soy” (con definiciones incluidas), convertimos nuestra vida en “una gran misión”. Cueste lo que cueste. » Continuar leyendo «
Lo que será, será. Esto dice la canción de Doris Day cuando el niño pregunta a la madre como será él de mayor.
Muchos de nosotros hacemos montañas de cotidianidades pero hay padres y madres para los que es toda una aventura encontrar donde agarrarse. Para sortear muros que el resto evitamos con un salto. » Continuar leyendo «
NO todos los animales andan nada más nacer.
Algunos bebés, como los humanos, son prematuros y la naturaleza ha decidido que no nos lo va a poner fácil.
Para mi, es especialmente espectacular el caso de la cría del canguro.
Me apetecía compartirlo.
¿Que nos hace pensar que el hermanito mayor tendrá celos del bebé que acaba de nacer y que no debería tenerlo, por ejemplo, del teléfono?
Con el teléfono andamos todo el día abrazados, es ruidoso, nos ocupa, se nos descompone la cara si nos desaparece, le hablamos largo y tendido, le sonreímos, le susurramos, y aunque permitimos que otro lo toque, nunca lo compartimos sin cierto recelo. » Continuar leyendo «
Si algo nos une de verdad a las personas, es hacer frente común a alguna injusticia que nos afecte a todos. A veces pienso que deberíamos sufrir más de las que sufrimos, nos iría estupendo para salvar tantas distancias absurdas como hay entre nosotros.
Pues nada, aparte de mi intención de buena voluntad universal, quería explicaros que esta curiosa solidaridad humana también sirve en el micro planeta familiar. No sólo es útil si no que, encuentro, es buenísima para fomentar y mejorar las relaciones entre hermanos. Yo, al menos, la utilizo a menudo.
No es broma del todo cuando mis hijos mayores me tildan de «ser superior» porque de vez en cuando tiendo a provocar tsunamis y demás catástrofes improvisadas para ver cómo se las ingenian para aliarse, en el fondo, contra mí. » Continuar leyendo «
Estoy bien creída de que si vamos a dormir cada noche es para recordarnos, al despertar, que la vida requiere (yendo todo bien) un mínimo de esfuerzo. El esfuerzo de levantarnos. Pequeño comparado con según qué, pero biológicamente imprescindible.
Si pudiéramos o si supiéramos cómo, también nos lo ahorraríamos.
Evitamos el dolor porque nos resulta desagradable sin comprender que lo necesitamos si lo que pretendemos es seguir vivos. » Continuar leyendo «