Me lo han dicho las retinas:
Cuando he pisado la calle, de buena mañana, y se han hecho pequeñas como un punto y final.
Me lo ha dicho la nariz:
Cuando andando por el paseo se ha enamorado; bobo y perturbado, de una minúscula flor.
Una flor que temblaba de frío. Que apenas olía. Que sacudía los pétalos, inestables y enclenques, en su recién desplegar. » Continuar leyendo «