Si, como algunos defienden, fuera verdad que por el solo hecho de haber parido con dolor se establecieran vínculos extraordinarios entre madre e hijo, no habría madres más unidas a sus hijos que las que adoptan.
Porque no hay parto más duro, largo, agotador y que ponga más a prueba el amor de los padres hacia su descendencia, que el que se da en un proceso de adopción. » Continuar leyendo «