Cada temporada empiezo el blog con una evaluación general de cómo ha quedado el entorno donde he convivido con mis hijos durante el verano.
Este año no. Este año no hay inventario. No me atrevo.
Además, los grandes piden su derecho a la intimidad y, efectivamente, si resumo lo que veo en casa una vez retiradas las tropas, su intimidad se va a hacer puñetas. Dejémoslo aquí.
Lo que si que os puedo decir es que mi libreta de notas está repleta de apuntes, que mi cabeza saca humo y que mis dedos buscan el teclado como unos sedientos.
Os he echado mucho de menos.
Dadme un poco más de tiempo: Sólo faltan 5 días para que comience el cole y mi libertad condicional.
Hasta ahora.
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