Marta se puso muy triste cuando su pequeño de 3 años le dijo que no la quería.
Le sugerí: – Pregúntale al niño que quiere decir “Te quiero”.
A lo que la criatura respondió: -Voy contigo al supermercado.
Mi melliza pequeña, Martina, tiene ahora 4 años.
Ante la misma pregunta respondió: -Te voy a dar un montón de besos, mucho rato.
Que los niños a estas edades son tan simples como literales lo sabemos todas las madres pero cuando entramos en conflicto, cuando nos enfadamos, cuando nos imponemos sin éxito, centramos la compresión del mundo únicamente desde nuestra elaborada mente y olvidamos algo fundamental; su obviedad.
Mi experiencia me dice que algunas relaciones padres/hijos no funcionan puntualmente porqué falla la comunicación. No nos entendemos. No hablamos igual. No decimos lo mismo.
Cuando alguien afirma rotundamente: – Está muy mal decirle a un niño NO te quiero.
Yo digo: – ¡Y tanto! Está fatal. Sobretodo porqué, seguramente, no tienes ni la más remota idea de lo que él está interpretando con eso.
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