A veces hace falta una mano. Y a veces, hace tanta falta que no importa de quien sea, mientras esté.
Uno tiene que aprender (pequeños y grandes) a caminar sólo con las propias manos, pero si en un momento dado tambaleas es humano apoyarte.
Empezar a andar de la mano de alguien es natural, lo hacen todos los bebés.
Hay pediatras que no lo recomiendan, ¿ lo sabíais? Pero como madre de 4 hijos tengo que decir que esto, es que casi inevitable.
Mi experiencia dice que no importa quién coja.
Si el apoyo llega cuando lo necesitas y si la mano ajena te responde, bienvenida sea.
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