– Pídeselo por favor y te lo dará.
¿Cómo? ¿Así de fácil?
¡Anda! Pues si esto fuera tan sencillo ahora mismito me iba al banco y le decía al señor Caraslargas del bigotito:
– Señor, bonito, guapo, déme dinero por favor.
Pero está claro que si no es MÍO no me lo dará. » Continuar leyendo «