Todas las edades
Llueve y sale el sol y las hadas dulces de la mañana dibujan los colores de un arco iris.
Se salpican con las colitas de los vestidos y las nubes pequeñas, como escaleras de algodón, son cojines blandos para sus pies desnuditos.
Le han pintado el verde.
Le han pintado el amarillo.
Y el rojo.
Pero al hada del azul se ha enredado el pelo en una encina que todo lo mira desde la cumbre.
Llueve y sale el sol y las hadas dulces de la mañana juegan divertidas en el cielo.
Soplan y ríen y embadurnan de dedos el horizonte.
Hay una que no.
Una hada hace pucheros y el viento le da besitos.
Besitos que le enrojecen las mejillas.
Besitos que se vuelven azules y que tiñen de mar el infinito
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