núm 439. RING

Escrit el 05/06/2013 a les 7:23 § 5 comentaris

despertador

 

El despertador nos arranca cada mañana de los brazos de Morfeo pero no todos le hacemos el mismo caso: Mi madre abre los ojos con el cleck del interruptor que precede cling que hará el Riiiiiing y en cambio mi hijo mayor necesitaría amplificadores de discoteca y aún así…

Yo, en cambio,  soy una apasionada de los 5 minutos más. Algún día, confieso, he sido capaz de ponerlo una hora antes con tal de tener 12 aplazamientos. Mi hermana dice que eso es una tortura. Para ella no hay más: suena, lo para y se levanta. Fin.

Cuando sacamos a nuestros hijos de sus estados placenteros (juegos, relaciones sociales, …) nos convertimos en despertadores gigantes
y dependiendo  como estén acostumbrados a “despertar” nos harán caso con una sola mirada, con una sola voz o bien nos irán emplazando a un segundo, tercero, cuarto o quinto aviso.

Una vez tuve que utilizar un despertador  antiguo, de los de cuerda. Antes de acostarme sabía que no me daría la oportunidad de holgazanear y aunque llevo años haciéndolo, me levanté a la primera.

Si te vas al parque temiendo el largo momento de los despidos solo debes hacer una cosa: Hazle saber a tu hijo que HOY eres un despertador de mono aviso.

Asegúrate de que recibe la información.

Díselo antes de visualizar el parque, en un momento de calma sin otras distracciones y a la altura de sus ojos.  Y después cumple, evidentemente. Sé un despertador fiable.

Veras como funciona.

No somos desobedientes, somos animales de costumbres.

 

 

 

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